AMOR COMO ESTE NO HAY MUCHOS
Nunca he estado enamorada, aunque no estoy segura si me gustaría estarlo. Hay parejas felices, que se casan, forman una familia, etc. Pero después empiezan las peleas, o las cosas cambian. Esto es un resumen de lo que pensé mientras Edu me estaba hablando del examen que hicimos ese mismo día. Edu sería el que ocuparía gran parte de mi corazón, pero no lo sabía todavía. Yo parecía escucharle atentamente, pero estaba atendiendo a mis pensamientos y a su sonrisa. Me parecía un chico muy simpático y muy guapo, hablábamos mucho y eramos muy amigos. En estos últimos días siempre que hablábamos pensaba en cosas como la de antes, y aunque nos conociéramos de mucho me ponía nerviosa. ¿Y si me había enamorado? Esa noche quedamos para cenar, yo solo quedé como amigos, pero él por algo más que amigos. Al acabar me acompañó ha casa, empezó ha llover y para no mojarnos fuimos corriendo. Él entró en mi casa, nos quedamos enfrente de la puerta, uno mirando al otro. Notaba lo nerviosa que estaba y como me latía el corazón, sus manos rodearon mi cintura y las mías su cuello. Nos fuimos acercando más y más. Sus labios chocaron con los míos, y como ya me había pasado más veces, me desmayé. Al despertarme estaba tumbada en el sofá, y él mirándome. Me explicó que me desmayé y de nuevo se fue acercándose a mí y esa vez no me desmayé. Fue la mejor noche de mi vida. Estuvimos saliendo durante un año y medio, que fue cuando Edu me dio la mejor sorpresa que me he llevado nunca. Alquiló un barco que navegaba él. Me llevó a una isla escondida entre las olas del mar. Nos tumbamos en la arena y me dijo que en esa isla se encontraba un tesoro muy especial para mí. Empezamos a buscar durante toda la noche y al encontrarlo se me cayeron bastantes lágrimas de mis ojos, no me esperaba por nada del mundo que eso fuera el tesoro. Era una cajita, dentro había un anillo y una carta, la cual decía `` Me he dado cuenta de lo que eres para mí y de que me gustaría compartir contigo algo que tanto quieres como el matrimonio´´ Nos casamos, tuvimos hijos, pero hasta que cogimos una enfermedad los dos. Ya eramos mayores, aunque no pudimos seguir juntos en la tierra, seguimos juntos igual que el primer día lleno de sorpresas, pero en el cielo.
