Insuficiencia

¿Qué sentís al ver a aquella gente en la calle que alarga la mano para vivir algo más? ¿Y de aquellos niños que se ganan la vida trabajando cada segundo?

Ese sentimiento que te deteriora poco a poco, que quema cada pensamiento, esa angustia que ocupa tu estómago sin dejar huecos, esas lágrimas que salen de tus ojos decididamente, ese sentimiento que te deja débil...

Piensas que es injusto ver a la gente que te rodea, con millones de privilegios, mientras que aquellas personas apenas come, apenas tiene tiempo para jugar con sus amigos, apenas tienen tiempo para vivir la vida.

Algunos pasan y se preocupan por su vida, otros dejan algo de dinero en aquel sombrero desgastado, y otros se preocupan de verdad y les ayudan en cosas más importantes como agua o comida.

Pero después te das cuenta de que algunas de las personas de aquellos países pobres donde se ganan la vida son felices. Porque disfrutan de cada momento, aprecia las cosas mínimas y son fuerte a problemas que para nosotros son fundamentales.

Entonces es cuando me hago otra pregunta, ¿Somos realmente felices? ¿Apreciamos las cosas y la gente que nos rodean?