Estuvimos casi toda la mañana hablando de eso y ellos me intentaban convencer, porque yo es que no me lo creía, tenía ganas de llegar a casa para contárselo a Daniel, mi novio, se pondría muy ilusionado.
-¡Qué! A Tenerife, como puede ser, estas serían las vacaciones de mi vida.-me dijo muy contento- pero, ¿Qué vamos ha hacer con Koqui?
Koqui era nuestro perro, ese nombre me lo inventé yo hace 4 años, es un perro de la raza coquer, es muy nervioso, juguetón y cariñoso.
-Pues lo dejaremos con- me quedé un rato pensando- ya lo se con ¡Sara o Paolo!
Primero llamamos a Paolo porque le gustaban muchos los animales y además se lleva bastante bien con koqui.
-Encantado, así le podré acabar de enseñar mi truco de dar la manita- dijo contentísimo Paolo. Más tarde llamamos al teléfono que ponía en la tarjeta de la señorita que me dio en el restaurante.
- ¡OH! Si ya me acuerdo, mire si lo habéis pensado bien tenéis que venir al centro y en la calle Sierpes habrá una agencia de viajes si no la encuentra por favor vuélveme a llamar.
Por la tarde comentamos que podíamos ir mañana:
-Ay que ir lo más antes posible para enterarnos de todos los detalles.
Como estaba muy nerviosa para tranquilizarme siempre llamo a Paolo y a Sara , mientras Daniel estaba en un pueblo de Sevilla, Pruna, para ver una casa y ver a un arquitecto muy famoso, Don Ángel Contreras, para estudiar unas técnicas de arquitectura, para ir de compras.
- Perfecto, quedamos en tu casa a dentro de un cuarto de hora- dijo Sara en una llamada triple, es decir, que por el teléfono hablamos tres personas juntas.
-Yo no puedo tengo que ir dentro de veinte minutos, porque, estoy haciendo una tarta para celebrar el cumpleaños de mi primo Antonio mañana vamos a quedar en su casa y no tenía otro regalo mejor. Así que me tenéis que esperar diez minutos…
-Vale Paolo, te esperaremos- dijimos Sara y yo a la vez porque es que a veces Paolo es muy pesado.
En ese cuarto de hora me puse a ver en Internet lo de viajes.com y vi un viaje a Tenerife muy completo con avión; hotel, incluido desayuno, merienda, almuerzo y cena. ¡Era estupendo! Pero no sabía cuanto costaba. Después sonó el teléfono, era Sara que venía con un modelo de ropa igual que el mío:
- ¡Te has traído el conjunto rosa que nos compramos juntas!- dije ilusionada.
-Y tú también, fue un día inolvidable, ¿Verdad?
Yo le enseñé lo que vi en Internet, ella me dijo que estaba muy bien, todo muy completo, pero que eso costaría mucho dinero.
-Es verdad, ¡Qué pena!- dije con cara mas o menos de asustada- Bueno no pasa nada, seguro que es mejor ir de viaje a cualquier, sitio que no ir a ninguno ¿verdad?
Entonces sonó el timbre de la puerta. ¡Ya estaba Paolo!
-¡Hola! Encantado de veros-dijo en plan bromista.
Pérdida perdida
-
Vuelvo a mayo. Mucho tiempo. En un tiempo que no cuento, que no me conozco,
que no sé que soy, que no sé qué quiero. Reflexión y diversión me bloquean.
De ...
Hace 10 años
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